Ese verano
El verano después de mi tercer año en la universidad era el momento perfecto para obtener experiencia laboral y estaba deseando que llegara. Recibí una oferta para trabajar para Amazon en Spokane, WA. Hacer unas prácticas durante 10 semanas implicaba renunciar al mundial sub23 ya que se llevaban a cabo en mi quinta semana de trabajo y era verdaderamente incompatible. Aún así, merecía la pena trabajar.
¿Sin remar?
Por un momento pensé que no remaría/comptetiría (por primera vez en 6 veranos) pero algo dentro de mí no estaba de acuerdo con esa decisión. Mi entrenador me sugirió competir en los mundiales senior , que se iban a celebrar dos meses después de que terminaran mis prácticas. De hecho, era una idea genial porque es bien sabido que la mayoría de remeros que competían en los Juegos Olímpicos no asistirían, dando paso a atletas más jóvenes como yo para tomar de contacto con la categoría senior. Fue dicho y planeado.
Entrenamiento
Stanford me proporcionó un bote (1x) y aunque me tomó un poco más de lo que me hubiera gustado encontrar un horario (ajustado pero) bueno, estaba sacando entrenamientos de calidad. Gracias al equipo de remo, recibí permiso para usar las instalaciones de la Universidad Gonzaga, ubicadas muy cerca de mi casa. No tenía un equipo con el que entrenar en el lugar en el que estaba, lo que implicaba que no había entrenadores , ni compañeros de equipo, ni fisios... y aún así entrenaba dos veces al día ; 6 am y 7:30 pm. Cada sesión era normalmente 1-2h.
Trabajo
Durante las tres primeras semanas mi horario fue variable, oscilando entre 8 y 11h al día. En Amazon estaba a cargo de organizar un equipo de 50 colaboradores para lograr el máximo rendimiento, cumplir los objetivos diarios y asistirlos. Además de eso, investigué para trabajar en mi proyecto de prácticas sobre cómo ayudar a Amazon a reducir sus emisiones de carbono.
COVID-19
Tiendo a planificar con anticipación y a ceñirme firmemente a mis decisiones. No obstante, el COVID-19 se ha convertido en el protagonista principal cuando se habla de cambios repentinos . Y así sucedió; a la mitad de las prácticas se canceló el mundial senior.
Hangar de GU, río Spokane, WA
¿Sin remo?
Después de todo el esfuerzo que había puesto, me negué a no competir después del verano. El campeonato de Europa sub 23 era a finales de agosto, exactamente dos semanas después de mi último día. Empecé a planificar en torno a ello, siendo muy consciente de que no llegaría allí en pico de forma. Una vez más, estaba deseando que llegara. Aparte de eso, me propusieron probar el remo de mar y representar a España en el Mundial de remo de mar a finales de septiembre.
Europeo Sub-23
Conseguí financiación para el viaje a Polonia y planeé todo por mi cuenta (vuelos, alojamiento, transporte...). Fui la única persona de España que asistió al evento, por lo que viajé solo con dos personas más. Terminé en cuarto lugar en skiff (individual) femenino, una modalidad en la que no había competido en 3 años.
Remo de mar
Nunca había hecho remo de mar hasta el día anterior a las pruebas nacionales para clasificarme para el mundial. Sin embargo, mi compañero de doble y yo ganamos y conseguimos pase directo para Portugal. En Portugal, competimos en las dos disciplinas diferentes, Beach Sprints y la larga distancia. Logramos ganar una medalla de oro en ambos .
Podio en el mundial de remo de mar,
Oeiras, Portugal
Universidad
Regresé a la universidad directamente desde Portugal después de terminar con el mundial de remo de mar, dos semanas después de que el trimestre comenzara oficialmente. No fue un problema ya que ya había planeado con antelación las clases que tenía que tomar ese trimestre (más ligero). Con mi plan original de competir en el campeonato mundial absoluto, me habría perdido las primeras cinco semanas de clases.
Inciso
Lo pasé genial aprendiendo y desenvolviéndome en un nuevo entorno. Fue una experiencia peculiar por muchas razones. A diferencia de cuando había estado de concentración o en la universidad donde tenía organizada la logística casera, vivía en un apartamento. Me preparaba las comidas, iba a comprar, limpiaba y pagaba facturas . Además, fue la primera vez que viví la esfera corporativa desde dentro, manejé datos reales y puse en práctica los aprendizajes en de clase.